Existen
tres tratamientos muy punteros en el campo de la medicina estética:
La Bioestimulación
Este nuevo método terapéutico repara y restituye
los tejidos. Se realiza mediante la extracción de sangre del paciente. Esta
sangre se centrifuga para obtener plasma extremadamente rico en plaquetas, a
través de un procedimiento especial que activará de forma natural el
fibroblasto que es la célula que se encarga de determinar la calidad y la
estructura de la piel.
Contiene factores de crecimiento capaces de
regenerar los tejidos. Si se inyecta en la piel del paciente se obtiene una
estimulación biológica celular, y se logra aumentar la producción de colágeno y
mejorar considerablemente la textura y el tono de la piel.
Al ser un método que se aplica con la propia sangre
del paciente, no existen efectos adversos y los resultados pueden
observarse a los 21 días aproximadamente, y puede repetirse el proceso cada 7
meses.
La bioestimulación se puede aplicar en las manos,
los brazos, el cuello y, por supuesto, el rostro.
La radiofrecuencia
La radiofrecuencia es el tratamiento ideal para
las capas de mayor profundidad de la piel. Hace una reestructuración de las
fibras del colágeno, favoreciendo el efecto tensor y corrigiendo la flacidez.
Como resultado de esta técnica se produce una gran cantidad de colágeno nuevo
que forma nuevas fibras que sustituyen a las envejecidas y consigue unos
tejidos más elásticos.
En la radiofrecuencia no se utiliza la cirugía.
Se aplica con un equipo de alta frecuencia para obtener calor a partir de la
energía eléctrica, alcanzando más temperatura en la zona más profunda sin
producir ningún tipo de quemaduras.
LED
Es una estimulación lumínica. Esta técnica
se había empleado con anterioridad, pero en los últimos años se han introducido
novedades, dando lugar a un método más eficaz. Se trata de una luz fría que
utiliza longitudes de onda roja y estimula la regeneración celular. Es la técnica
más reciente de todas.
Actúa en los tres signos principales de
envejecimiento: arrugas, manchas y grosor de la piel. Se puede aplicar
en cualquier tipo de piel, incluso las más sensibles como las rosáceas. No
quema y tampoco produce molestias. No tiene contraindicaciones, ni si quiera
por tomar el sol (siempre que se tomen las precauciones básicas).
El tratamiento suele durar 20 minutos
aproximadamente para tratar cara, cuello y escote el mismo día. También existen
equipos independientes para las manos. La sesión suele ser de 10 minutos y es
una buena solución para quitar las manchas de envejecimiento.
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