Todos los tejidos pierden colágeno de manera natural, y ello se manifiesta mediante arrugas, falta de elasticidad en cabello y piel, labios más delgados y uñas frágiles. Por suerte, en la actualidad se ofrecen tratamientos que proporcionan sorprendentes resultados
El colágeno es una proteína que de manera natural se encuentra en el cuerpo humano, y es la encargada de proporcionar fuerza a huesos, piel, cabello y uñas. Debido a que se pierde conforme envejecemos, la industria cosmética se ha encargado de desarrollarla de manera artificial y la ha adicionado a diversos productos de belleza, como cremas faciales y corporales, champús y esmaltes para uñas. Pero sus aplicaciones van más allá, pues es eficaz en el área de implantes faciales (introducción de sustancias al rostro para corregir defectos) debido a que funge como corrector de imperfecciones, arrugas y líneas de expresión.
Por dentro
Nuestro rostro se encarga de revelar que ya no somos tan jóvenes, ya que hace visibles líneas de expresión y arrugas, y el adelgazamiento de los labios. Por dramático que parezca, esta situación no tiene por qué quitarnos el sueño, pues es posible recurrir a novedoso tratamiento a base de colágeno; procedimiento que se ubica dentro del área de Cirugía Plástica, y consiste en inyectar dicha sustancia en la piel con el fin de rellenar la zona que se desee corregir para devolverle su vitalidad, juventud y sensualidad.
Por fuera
Es importante tomar en cuenta que también podemos aprovechar los beneficios del colágeno cuando lo aplicamos de manera externa, pues la industria cosmética pone a nuestro alcance cremas para la piel, capilares y esmaltes para uñas fortificados con la proteína "de la juventud". A continuación se presentan las características de cada uno de estos productos.
Cremas. Son de fina textura y rápida absorción, lo que permite que la piel se humecte, revitalice y nutra, propiedades que las hacen ideales para usarse a partir de los 20 años. Al aplicarlas diariamente es posible que el colágeno que contienen estimule al organismo a volver a producirlo, además, protegen a la epidermis de los efectos nocivos del medio ambiente, como Sol, contaminación y viento.
Capilares. Cuando el cabello se torne poroso, áspera, sin brillo y difícil de peinar a causa de exposición solar, contaminación, agua de albercas y mar, tintes, permanentes y pérdida de colágeno se recomiendan estos productos, ya que poseen propiedades nutritivas y dejan la cabellera suave, radiante y con cuerpo.
Esmaltes. Resuelven el problema de descamación y fragilidad en las uñas al proporcionarles fortaleza y elasticidad, estimulando su crecimiento.
Cabe destacar que los productos antes citados son de gran ayuda, pero es muy importante que no sólo a través de ellos se alimenten piel, cabello y uñas, ya que es básico seguir dieta balanceada para garantizar que el organismo funcione correctamente, pues hay que recordar que mediante la apariencia física siempre se revela el estado nutricional y de salud.
Como puede ver, lucir radiante y rejuvenecida no es tarea difícil, sólo es cuestión de alimentarnos bien, evitar fumar, dedicar tiempo a nuestro arreglo y acudir con especialistas reconocidos y altamente capacitados. Así que inténtelo.
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